Cuando pensamos en algún equipo mítico de baloncesto, siempre nos acordamos de uno, como mucho dos jugadores en particular. Si recordamos la dinastía de los Golden State Warriors, se nos vienen a la cabeza Stephen Curry y Kevin Durant quien, curiosamente, de los cinco años seguidos en los que los de Oakland fueron a las finales de la NBA, solo estuvo tres en los Warriors.
Klay Thompson es de las figuras más importantes en la historia de los Golden State Warriors
Sin embargo, hoy quiero fijarme en la figura de ese jugador constantemente olvidado en las grandes crónicas del éxito en el baloncesto, ese escudero que muchas noches asume la responsabilidad y juega mejor que la(s) estrella(s). Volviendo al caso de los Warriors, nos encontramos con Klay Thompson, quien ya ha ido convocado para el All Star Game en varias ocasiones, tiene el récord de puntos anotados en un cuarto con 37, el récord de triples en un partido con 14 y ha llegado a anotar 60 puntos en un encuentro en el que solo tuvo el balón un total de 90 segundos.
Pero Thompson no es el único que sufre la suerte o desgracia, depende de por dónde lo mires, de ser ese olvidado en el que nadie piensa en los grandes campeones. Si una cosa nos está permitiendo ver el documental de Netflix The Last Dance es que Michael Jordan es el mejor jugador de la historia de este deporte, pero él solo no hubiera logrado los seis campeonatos que consiguió, tanto Scottie Pippen como Dennis Rodman fueron esenciales para que Mike ganara las seis finales en las que participó y, sin embargo, muy poca gente ajena al baloncesto conoce sus nombres, mientras que el de Michael Jordan es reconocido por millones de personas. De hecho, una de las frases más repetidas en el capítulo dedicado a Pippen es que no solo era el segundo mejor jugador de aquellos Bulls, sino el segundo mejor jugador de toda la NBA.
Uno a cada lado de Jordan, siempre protegiendo a su estrella
Volviendo a tiempos más actuales, basta con echar un vistazo a los últimos campeones (a excepción de los San Antonio Spurs) para ver que esta circunstancia se repite. Los Miami Heat que ganaron dos títulos seguidos en 2012 y 2013 estaban liderados por LeBron James y Dwayne Wade, pero nos olvidamos de lo capital que fue en ambas temporadas Chris Bosh, realizando mejores encuentros que alguna o ambas de las estrellas de South Beach y cogiendo el rebote más importante de la historia de la franquicia. En 2014, LeBron dejó Florida para volver a su estado, a Ohio, donde con los Cleveland Cavaliers se hizo con el anillo en 2016. Ese anillo se consiguió en parte por la gran aportación de Kyrie Irving y su triple para sentenciar el séptimo encuentro en Oakland, pero es que en ese equipo también estaba un Kevin Love que jugó a un altísimo nivel y de quien apenas nos acordamos cuando pensamos en los Cavs, siendo el único de aquel Big Three que todavía juega en Cleveland.
Tanto Bosh (izq.) como Love (der.) han sido claves en la carrera de LeBron
Con este artículo quiero ensalzar la figura del escudero, del que no necesita ser el centro de atención mientras gane un campeonato. Pau Gasol supo hacer ese trabajo sin ningún tipo de reparo en los Lakers de Kobe Bryant, a pesar de venir de ser amo y señor de los Memphis Grizzlies, y encontró en Juan Carlos Navarro a su escudero en cada torneo de la selección. De hecho, "La Bomba" llegó a ser el MVP del Eurobasket de 2011, y sin embargo, las grandes defensas fueron hechas sobre Pau aquel verano.
Kobe comprendió que necesitaba confiar en sus compañeros, y vio en Pau el escudero perfecto
Volviendo al documental sobre Michael Jordan, este hecho se entiende mucho mejor con la llegada de Phil Jackson al banquillo de los Bulls. Hasta entonces, todos los entrenadores que Jordan tuvo en Chicago le convirtieron en amo y señor del balón, la ofensiva tenía que pasar por él sí o sí, hasta que Jackson le hizo ver que para ser el MVP de la temporada, eso era suficiente, pero para ganar, necesitaba confiar en sus compañeros, y diseñó un sistema totalmente diferente en el que Jordan no acaparase tanto el balón. Tal fue el cambio de mentalidad, que algunas de las canastas más importantes en los campeonatos de los Bulls no las anotó Jordan, sino gente como John Paxson o Steve Kerr (actual entrenador de los Warriors). Como bien le dijeron a MJ, "there is no 'I' in TEAM" (no hay "yo" en la palabra "equipo"), y ese escudero es capital para el triunfo de cualquier equipo.
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