La NBA está de vuelta, esa es la mejor noticia posible para los amantes del baloncesto, y lo hace con un formato muy similar a la ACB, con todos los equipos en una sede única: el parque de Disney World en Orlando, Florida.
Sorprende ver que al igual que en el caso español, este reinicio de la NBA se produce en una zona bastante maltratada por el Coronavirus (cuando volvió la ACB lo hizo en Valencia cuando allí las cosas estaban algo complicadas); sin embargo, el ambiente que se ha creado en el parque de atracciones de Orlando hace que actualmente, esa burbuja sea de los sitios más seguros de todo Estados Unidos con respecto al COVID-19. Hoy, en Sobre La Bocina, os cuento aquellas cosas que he podido ver y descubrir sobre esa burbuja gracias a los Vlogs que los propios jugadores están realizando y lo que se cuenta en la prensa.
De quien más contenido he visto es de Matisse Thybulle, novato de los Philadelphia 76ers, que ha subido de momento cuatro vídeos sobre su estancia en la burbuja. Todo comienza con el viaje desde la ciudad donde juega cada equipo hasta Orlando, y una vez entran en Disney se realiza el primer test a los jugadores, quienes reciben una pulsera que indica que ya han sido examinados pero que no tienen los resultados. Posteriormente, se dirigen a sus habitaciones, donde pasan una cuarentena de unas 36 a 48 horas hasta tener los resultados oficiales (hay que tener en cuenta que los equipos realizaron sus propios test previos al viaje). Una vez ese primer test es negativo, los jugadores pueden salir de su habitación siempre llevando una tarjeta que los acredita como libres de Coronavirus y una mascarilla.
El Grand Floridian, uno de los hoteles en los que se alojan los equipos
Durante el tiempo de cuarentena, todos los jugadores recibieron su comida directamente en la puerta para que no hubiera necesidad de salir de la habitación, y posteriormente pueden escoger si seguir recibiéndola en la habitación o comer en las salas adaptadas para ello. Respecto a los entrenamientos, se instalaron varias pistas en salones de baile de los hoteles y otras grandes superficies, y a ellas son transportados en autobús. Además, también cuentan con entretenimiento tanto interior como exterior, al poder acceder a salones privados para jugadores con mesas de ping pong, juegos de mesa, videojuegos, futbolín, etc.; mientras que en el exterior pueden ir a campos de golf o incluso realizar pesca sin muerte en un lago o estanque que hay al lado de los hoteles. Según se contó en Twitter, también tendrán sesiones de DJ, salas donde jugar exclusivamente al videojuego NBA 2K20 y otros tipos de entretenimiento que por el momento no he visto en los vlogs.
Las pistas de los Indiana Pacers y Miami Heat juntas en un salón de baile
Sin embargo, para que esta burbuja sea tan segura se tienen que cumplir ciertos requisitos o normas, que ya se han roto por parte de algunos jugadores. Los casos más comunes están siendo los de emergencias familiares, como Zion Williamson, Lou Williams o Austin Rivers. En estos casos, los jugadores deben pasar una nueva cuarentena al llegar a la burbuja de más días (de 4 a 8 días) mientras esperan resultados negativos a sus tests de COVID-19. Sin embargo, el escolta de los Clippers Lou Williams tendrá que pasar más días de cuarentena de lo normal ya que mientras estaba de permiso por esa emergencia familiar acudió a un club de striptease a "cenar" y va a tener más problemas. Otro jugador que rompió esas reglas, pero de una manera mucho más inexplicable, fue Richaun Holmes, pívot de los Sacramento Kings, quien pidió comida a domicilio a la puerta del parque de Orlando, y al tener contacto directo con el repartidor deberá pasar también varios días en cuarentena.
Otro elemento a destacar es que el baloncesto se vive de manera muy diferente a la normal, e incluso a lo que se vivió en la Fonteta en Valencia. Como en Estados Unidos son expertos en magnificarlo todo, la NBA ha instalado pantallas gigantes alrededor de las pistas de juego para pintar de los colores del equipo que ejerce como local, poner vídeos de animadoras y otros efectos que ayuden a crear un mayor efecto de cercanía.
Finalmente, el tema racial tendrá su importancia en Orlando, y el primer ejemplo se ve en las pistas, donde el mensaje "BLACK LIVES MATTER" corona el logo de la NBA en el centro. También se ha permitido a los jugadores quitar su nombre de la parte de atrás de las camisetas y poner mensajes de apoyo, como el propio BLM o la palabra "Justice" (justicia) que por ejemplo lucirá Marc Gasol en su dorsal. Todavía queda por saber qué harán durante el himno, ya que en los amistosos de preparación (o scrimmages) no se está tocando la canción nacional, sino que se reserva para el reinicio de la temporada. En teoría, hay una norma que impide a los jugadores arrodillarse, pero la sensación es que nadie va a multar a ningún participante de esta burbuja por realizar ese gesto en señal de protesta. La buena noticia es que la NBA está de vuelta, y que la disfrutaremos durante unos tres meses.
Clippers y Magic inauguraron la acción en la Burbuja
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