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Foto del escritorMarcos Granda Martínez

Las Peores Decisiones del Draft de la NBA 2010-2019

Seguimos con los reportajes sobre las peores decisiones tomadas durante la ceremonia del Draft de la NBA, en este caso en los años 2010 a 2019 (el de 2020 todavía no se ha celebrado).


Sin embargo, este artículo contendrá, por así decirlo, ciertos asteriscos, porque es cierto que muchos de estos jugadores son todavía relativamente jóvenes, y tienen tiempo a demostrar que no fueron malas decisiones, sino que en el futuro podrían llegar a ser gente importante en la NBA.

Anthony Bennett, en el centro, junto a Greg Oden y Darko Miličić, protagonistas del anterior reportaje


El primer año que nos encontramos, el propio 2010, ya viene fuerte. Aquel año, una de mis debilidades salió escogido como número 1, John Wall, quien llegó a la capital americana para dar algo de esperanza a unos Washington Wizards bastante limitados. Sin embargo, en el número 2 aparece Evan Turner, quien en su cuarta temporada en Philadelphia llegó a tener buenas cifras (más de 17 puntos por partido), pero que no ha vuelto a hacer nada reseñable desde entonces. Su promedio de carrera no llega a los 10 tantos por encuentro, siendo números que un 2 del Draft no puede permitirse. Si aquel año no hubiese tenido talento podría llegar a entenderlo, pero mucho más abajo que él salieron escogidos gente como Gordon Hayward o Paul George, ambos jugadores que me encantan y que salieron en el puesto 9 o 10 respectivamente. Aunque ninguno haya logrado ser campeón de la NBA, ambos están en equipos fuertes y han ido varias veces al All Star, algo que Turner nunca logró, y han demostrado que son jugadores con importancia en la NBA actual.

Seis equipos en doce temporadas no es un buen balance para Turner


En la siguiente edición del Draft, el de 2011, me encuentro muchas más sorpresas de las esperadas. La única buena decisión de aquel año fue la de los Cleveland Cavaliers, haciéndose con Kyrie Irving en el número 1, lo que terminó atrayendo a LeBron James a Ohio para finalmente conseguir el primer anillo en la historia de los Cavs. Lo peor de todo es que en aquel Draft salieron escogidos jugadores como Kemba Walker (9), Klay Thompson (11), Kawhi Leonard (15) o Jimmy Butler (30), ninguno en los 8 primeros puestos. De todos estos salen dos campeones de la NBA, Thompson y Leonard, siendo este último además MVP de las Finales en 2014 y 2019. El resto han jugado ya varios All Star y demostrado ser mucho mejor que la elección número 2 (de nuevo los malditos Timberwolves), Derrick Williams, el 3 Enes Kanter, o el 4 Tristan Thompson.

Kawhi Leonard, dos veces MVP de las finales, es el mejor del Draft de 2011


El número 13 se suele relacionar con la mala suerte, y en este caso, el 2013 no es para menos. De hecho, puede ser el Draft en el que peores decisiones se han tomado en la historia de la NBA. Empezando además por el número 1, los Cleveland Cavaliers, incomprensiblemente, se la jugaron con un Anthony Bennett (el del centro de la portada) quien solo disputó 4 temporadas en la NBA con una media de 4,4 puntos por partido, y se ha pasado toda su carrera deportiva buscando su hueco en el baloncesto, yendo a Europa e incluso teniendo que jugar en la liga de desarrollo de la NBA para estar actualmente sin equipo con 27 años.

Bennett vistiendo la camiseta de Agua Caliente Clippers, equipo de la Liga de Desarrollo de la NBA


La siguiente elección fue quizás la mejor de ese Draft, ya que en el 2, los Orlando Magic escogieron a Victor Oladipo, quien hasta su grave lesión ha demostrado ser un jugador de talento increíble. Sin embargo, desde el jugador de origen nigeriano, quien ya ha disputado el All Star, hay 11 jugadores (más C.J. McCollum que se libra por poco) que no han dado la talla hasta llegar a Giannis Antetokoumpo, en el puesto 15, quien sí ha triunfado siendo el MVP de la pasada temporada. Hasta llegar al griego, por el Draft desfilaron nombres como el de Cody Zeller, Nerlens Noel, Ben McLemore, Trey Burke, Otto Porter, etc. Muchos de ellos además ni siquiera son titulares en sus equipos. Desastroso.

Antetokoumpo, 15 en el Draft, escogido la pasada temporada como el mejor jugador del planeta


En cuanto al año 2014, comienzan a llegar los asteriscos del artículo. Ese Draft vio cómo Andrew Wiggins salía el número 1, escogido por los Cleveland Cavaliers (aunque enviado a Minnesota por Kevin Love) y Jabari Parker lograba el segundo puesto, dejando a Joel Embiid como tercero. Siempre tuve muchas esperanzas puestas en Wiggins, ya que cuando llegó a la NBA se le consideró el próximo LeBron, pero no ha sido capaz de demostrar esa expectación. Sin embargo, es todavía "joven" y podría justificar ese número 1 si mejorase, aunque se le acaba el tiempo. En el puesto 2, Jabari Parker irrumpió en la liga con muy buena nota, pero una grave lesión de rodilla cortó su progresión, y no ha vuelto a ser el mismo. Si bien es cierto que el problema físico influyó, el siguiente escogido, Joel Embiid, también ha sufrido lesiones importantes, pero ha sido capaz de superarlas y lleva jugando 3 años a un muy alto nivel en Philadelphia. Además, siguiendo un camino parecido al de Marc Gasol, aquel año el puesto 41 fue Nikola Jokić, y a día de hoy el serbio está considerado como uno de los 10 mejores jugadores de la NBA.

Tras muchos años intentándolo en Minnesota, los Timberwolves se cansaron de Wiggins


Avanzando dos años más en esta historia, y con los Drafts de 2015 y 2016 siendo bastante normales en cuanto al éxito de las elecciones, nos detenemos en el del año 2017, uno de los más mediáticos de los últimos años. Evidentemente, los jugadores que han sido escogidos en esta edición solo han disputado tres temporadas en la NBA, por lo que todavía podrían llegar a ser gente importante, aunque alguno ha llegado a dar un golpe sobre la mesa. En el 2017, el número 1 fue Markelle Fultz, escogido por los Philadelphia 76ers y cuya primera campaña fue muy movida. Arrastró una lesión en el hombro toda la temporada, lo que le hizo modificar su tiro y pasar de tener buenos porcentajes en la universidad, a empeorarlos notablemente como profesional. Además, el oscurantismo que rodeó su lesión, hablando de una baja de apenas cinco partidos y pasándose varios meses en el dique seco, hicieron que nunca llegase a destacar. A día de hoy está jugando mucho mejor en Orlando, pero todavía no demuestra lo que se esperaba de él.


También hay que centrarse en el caso más mediático de aquel año, Lonzo Ball, quien llegó a la liga con el circo de su padre, Lavar, quien ocupó casi más portadas que su retoño. Al final, salió escogido donde él quería, en el puesto 2 por Los Angeles Lakers, ya que como angelino de nacimiento, siempre quiso jugar en Hollywood y de púrpura y oro. Sin embargo, la presión de callar las críticas que su padre generaba, su mecánica de tiro defectuosa, y no llegar a cumplir ni con LeBron James a su lado, terminó convirtiendo a Ball en la moneda de cambio (junto a otros) con la que los Lakers se hicieron con Anthony Davis y mandaron al mayor de la familia Ball a Nueva Orleans. El hecho por el que se habla tanto de estos dos, es porque justo después aparece en el Draft Jason Tatum, quien en los Boston Celtics está convirtiéndose en estrella y ha sido ya All Star. Camino similar siguieron Donovan Mitchell (puesto 13) y Bam Adebayo (14), quienes están rindiendo muy por encima de lo que nunca se esperó de ellos. Esto es principalmente lo que hace que Fultz y Ball sean catalogados como errores o decepciones, aunque con toda la carrera que tienen por delante, se puede uno imaginar que igual sí que cumplen con las expectativas.

Lavar, el padre de Lonzo Ball, se convirtió en el centro de atención por encima de su hijo


Como veis, hacer una predicción de futuro nunca es sencillo en el mundo del deporte. En los últimos años hemos visto casos como el de Jimmer Fredette, jugadores que en la universidad no tienen rival pero cuando llegan a la NBA sufren mucho más por el estilo físico y el alto nivel competitivo. E incluso casos opuestos, en los que los jugadores durante su etapa colegial no tienen tanto impacto, pero explotan en la NBA y se benefician de su estilo. Yo, en mi caso, creo que no me atrevería a ser la persona encargada de hacer una elección de Draft, porque me parece algo muy complicado de realizar. Otro día hablaremos de los grandes aciertos de los equipos, a pesar de los riesgos que tomaron. Gracias, una vez más, por acompañarme en esta serie.

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