El 16 de noviembre, a las 18:00 hora española, arrancó el mercado de traspasos en la NBA, y en las primeras horas nos dejó algunos de los movimientos más destacados que se verán este año, con grandes jugadores cambiando sus equipos y otros consiguiendo sus demandas.
Phoenix Suns y Milwaukee Bucks retienen a sus estrellas
Los jugadores de la NBA cada día tienen más poder y control dentro de la liga y de sus equipos, y eso es algo que se hizo muy evidente tanto en el caso de los Phoenix Suns de Devin Booker como en los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo. Ambos casos tienen similitudes entre sí, ya que los dos jugadores son las estrellas de sus equipos, pero se encuentran en una franquicia que no suele disfrutar de esos lujos, por lo que tanto Suns como Bucks se la jugaban si querían seguir con ellos en su equipo.
En los días anteriores al mercado de traspasos, se rumoreó con que Devin Booker estaría considerando marcharse de Phoenix para buscar un equipo que fuera candidato a algo grande, y la ciudad del estado de Arizona no suele ser un gran reclamo para grandes agentes libres si no es por ya tener un equipo competitivo, algo que siempre pasa por comenzar con Booker. En este sentido, los Phoenix Suns fueron de los primeros equipos en moverse y consiguieron acordar un traspaso con Oklahoma City Thunder para llevarse a Chris Paul, futuro Hall of Famer, y todavía uno de los mejores bases de la NBA. En este movimiento, tanto Ricky Rubio como Kelly Oubre (junto con dos complementos más y rondas del Draft) dejan Arizona para, por el momento, ser jugadores de los Thunder, aunque el futuro dirá.
Ricky Rubio llega, por el momento, a Oklahoma
Lo principal en este traspaso es que los Suns han conseguido mejorar su plantilla solo con hacer llegar a Chris Paul, y convencen a Devin Booker de que debe quedarse en Phoenix y ser la pieza angular de una franquicia que quiere volver a disfrutar de los años dorados que vivieron con Charles Barkley o con la dupla Steve Nash - Amare Stoudamire. CP3 aterriza en Arizona para comandar desde la dirección de juego a uno de los equipos jóvenes con más expectación, el único que consiguió terminar la Burbuja de Orlando invicto (8-0 pero sin playoffs), y que no solo cuenta con Devin Booker (quien entre su haber está un concurso de triple ganado a Stephen Curry, una participación en All Star este 2020 o la tercera mejor marca anotadora ante Celtics con 70 puntos en Boston), sino que también tiene a uno de los interiores que se supone que mayor futuro tiene en la NBA, DeAndre Ayton, y que con la batuta de Chris Paul puede elevar su juego a un nuevo nivel.
Nueva pareja ilusionante en Phoenix
Por otro lado, Milwaukee Bucks estaba en una mejor situación que Phoenix, ya que vienen de ser el mejor equipo en temporada regular las dos pasadas campañas, pero fracasando en playoffs. Además, su estrella Giannis Antetokounmpo comentó hace unos días que mientras hicieran los movimientos correctos, sería jugador de los Bucks muchos años, pero que si no lo hacían bien marcharía buscando ese ansiado campeonato. La dirección deportiva de los Bucks lo tenía claro, ya que, al igual que Phoenix, Milwaukee no suele ser un mercado que logre reclamar estrellas (hasta Anteto, la última gran estrella Buck fue Kareem Abdul-Jabbar entre 1969 y 1975). En la noche del lunes 16, los del estado de Wisconsin hicieron un movimiento arriesgado y con el que sacrifican sus rondas en el Draft y varios jugadores para lograr quedarse con un Giannis Antetokounmpo que parece la gran esperanza en Milwaukee para volver a ser Campeones de la NBA próximamente.
El primero en llegar a los Bucks fue Jrue Holiday, uno de los activos más importantes de este mercado y que, excepto sorpresa, mejorará los registros de un Eric Bledsoe con el que no estaban contentos en Wisconsin. Además, también lograron el desembarco de Bogdan Bogdanović, sacrificando a un Donte Divicenzo que no es mal jugador, pero no llega al nivel del serbio, y Ersan Ilyasova. Esto además cambia por completo al equipo, ya que en los pasados playoffs se vio a los Bucks sin ideas cuando Antetokoumpo no podía hacer más contra Miami, y ahora con Holiday y Bogdanović, más Khris Middleton, la pizarra de Mike Budenholzer tiene muchísimas alternativas con las que hacer frente a los momentos tensos de una temporada.
Jrue Holiday y Bogdan Bogdanović, nuevos soldados para Antetokounmpo
James Harden quiere irse al Este
Ayer precisamente hablé de la gran crisis que está viviendo Houston Rockets en la actualidad con el anuncio inicial de Russell Westbrook de sus intenciones de dejar la franquicia texana, para pocas horas después ser el propio James Harden, jugador sobre el que se han construido estos Rockets, el que pidiese un traspaso para irse a un contender (equipo candidato al anillo). Sin lugar a dudas, de confirmarse un traspaso por Harden, la NBA se pondría patas arriba, ya que muchos equipos intentarían que el mejor anotador de las últimas temporadas escogiera su franquicia, aunque pocos tienen lo que "La Barba" está pidiendo.
Actualmente, los dos equipos que más gustan a Harden son los Brooklyn Nets y los Philadelphia 76ers. Evidentemente, la opción de las Nets parece ser la que más posibilidades daría de anillo, ya que los Nets cuentan con Kevin Durant y Kyrie Irving, dos de los mayores talentos de la liga, y estarán entrenados por Steve Nash, gran cerebro baloncestístico que dominó la NBA como jugador gracias a su inteligencia (logró dos MVP). Además, los neoyorquinos cuentan con varios elementos que pueden traspasar para conseguir a Harden, incluyendo en el paquete a Caris LeVert, Spencer Dinwiddie y Jarrett Allen, o incluso a DeAndre Jordan, y podría interesar a Houston. Por otro lado, esto sería un cambio brutal en el estilo de juego de James Harden, quien pasaría de ser el aglutinador de toda la ofensiva de un equipo, a ser alguien que comparte equipo con otras dos superestrellas (habría que ver cómo llega Kevin Durant tras más de un año lesionado).
La otra opción preferida sería Philadelphia. Aquí se junta un buen fondo para un gran equipo y, sobre todo, la presencia de Daryl Morey, el ejecutivo que convirtió a Harden en la estrella que es a día de hoy, sacándolo de Oklahoma y rodeándolo de jugadores que le dejaran expresarse en ataque, y echarle un cable cuando fuera necesario. Esta opción podría gustar algo más a Houston, ya que en el traspaso iría, probablemente, Ben Simmons, un All Star y, además, joven, por lo que se podría construir algo con esa pieza. De marcharse a los Sixers, Harden se juntaría por Joel Embiid, ya que no parece que sea Simmons el que se vaya a quedar Philadelphia, y esto también significaría un cambio en el estilo no solo de Harden, sino también de Morey. En los últimos años en Houston, el tamaño del quinteto inicial ha ido decreciendo, llegando a jugar partidos completos sin que ningún jugador superase el 1,98, y en Philadelphia Harden se juntaría con un gran jugador interior como es Embiid.
Philly podría ser otro destino para Harden
Con todavía muchos movimientos por realizarse en la NBA, algunos que se producirán en el Draft, el 18 de noviembre, este inicio de mercado ha generado mucha expectación en la temporada 2020/2021, con nuevos grandes equipos y, todavía, la duda de dónde terminarán la temporada Haden y Westbrook.
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